miércoles, 30 de octubre de 2013

Segundo artículo de Julio Boltvinik



Tomado del periódico La Jornada el viernes 25 de octubre de 2013
Economía Moral
Gandhi, Fromm y Marx, tener y ser, exo y endodesarrollo humano
Reflexiones estimuladas por la revista Fulcrum de la escuela Lancaster
Julio Boltvinik
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Fulcrum N° 21, p. 80. Se reproduce con permiso de la escuela Lancaster AC


En el N° 21 de la revista Fulcrum (escuela Lancaster AC), dedicado a Pobreza y Política Social (que puedes ver y bajar), que empecé a reseñar en la entrega del 18/10/13, hay un artículo de Bárbara Vázquez, pintora, mamá de dos estudiantes de dicha escuela, que cita a Mahatma Gandhi. Al finalizar dicha entrega cité dos frases de Gandhi sin decir que eran de él para picar la curiosidad del lector. Vienen del siguiente párrafo (que abren y cierran):

Que los deseos se reduzcan a las necesidades. El trabajo manual pronto podrá satisfacerlas y entonces el hombre se encontrará libre. El bien sólo puede venir de hombres libres, libres de deudas y deseos. Que el trabajo de tus manos sea una señal de conocimiento y un homenaje a la condición humana. Que el hombre sea siempre más grande que lo que hace, más precioso que lo que tiene. Suprimamos la miseria, cultivemos la pobreza. (Mahatma Gandhi, Ixtus, 1988, citado por Vásquez en Fulcrum, N° 21, p.81).

Estas ideas hacen pensar a fondo; se relacionan con la tensión entre exo-desarrollo y endo-desarrollo humanos. Somos una especie que se hizo a sí misma como especie diferente (aprovechando la postura erecta, la marcha bípeda que libera las extremidades superiores para lanzar y manipular objetos, y el acrecentado tamaño del cerebro) al fabricar de manera sistemática cada vez más y más variadas herramientas. El animal que fabrica herramientas, como le llamó Benjamín Franklin al género Homo, se convirtió en una especie que, sobre todo en Occidente y con el capitalismo, desarrolló al máximo la tecnología y la ciencia que la sustenta, a expensas del desarrollo interno de los seres humanos. No sólo produjimos más y más modernas herramientas sino también muchos más (y más diversos) bienes, que tenemos que consumir para que la maquinaria siga funcionando. Como Homo faber, nos convertimos en apéndices de los procesos de producción automáticos (la forma contemporánea de las herramientas), en medios, de los cuales sólo importa su funcionalidad instrumental; como Homo consumens nos volvimos engullidores insaciables de bienes; en ambas dimensiones resulta irrelevante el desarrollo interno de nuestros sentidos, emociones, espiritualidad, y de nuestros conocimientos y capacidades no instrumentales (para el capitalismo), como las artísticas. En su utopía pre-moderna (si concebimos la modernidad justo como la superación de la dependencia en el trabajo manual y la energía humanas), Gandhi percibe con toda claridad cómo la satisfacción de las necesidades (a las que considera estáticas) es condición necesaria de la libertad, y a ésta que podríamos llamar libertad de necesidades añade la libertad de deseos. En la India oí la frase, atribuida a Buda: los deseos son la causa de todos los sufrimientos humanos. Esta frase y las ideas de Gandhi reflejan la visión de Oriente, menos obsesionada por el exodesarrollo que Occidente. La tensión entre exodesarrollo y endo-desarrollo es en parte una tensión entre Occidente y Oriente.

Erich Fromm analiza, críticamente, la visión occidental (industrial-capitalista) del progreso que se centra en el exo-desarrollo:

“La Gran Promesa de Progreso Ilimitado –la promesa de la dominación de la naturaleza, de la abundancia material, de la máxima felicidad para el máximo número de personas, y de libertad personal irrestricta– sostuvo la esperanza y la fe de las generaciones desde el comienzo de la era industrial…La trinidad de producción ilimitada, libertad absoluta y libertad irrestricta formó el núcleo de una nueva religión, el Progreso…[pero] la era industrial ha fallado en cumplir su Gran Promesa, y un número creciente de personas se han percatado que la satisfacción irrestricta de todos los deseos no lleva al bien-estar ni es el camino a la felicidad” (To have or to be? Harper and Row, Nueva York, pp.1-2).

Fromm señala que en sentido opuesto a los valores dominantes en nuestra sociedad, en la cual la esencia misma del ser es tener, y donde si uno no tiene nada no es nada, Buda enseñó que para llegar al más alto estadio del desarrollo humano, no debemos apetecer posesiones. Master Eckhart enseñó que no tener nada y hacerse a uno mismo abierto y vacío, no dejar que nuestro ego se interponga, es el camino para alcanzar riqueza espiritual y fortaleza. (Obra citada, p.15). En otro libro (Del tener al ser, Paidos, 2000), Fromm dice que si bien el espectro de las cosas es muchísimo menor para el cazador primitivo que para el hombre cibernético, el espectro de la actividad humana no muestra semejante diferencia. En realidad, hay buenas razones para creer que el hombre primitivo hacía más y era más que el hombre industrial (p.115). Más adelante señala que los cazadores y recolectores:

“…manejaban pocas cosas hechas por el hombre, pero aplicaban muy activamente sus facultades de pensar, observar, imaginar, pintar y esculpir. Si quisiésemos expresar en términos cuantitativos la relación entre sus cosas y sus actos, podríamos afirmar (simbólicamente) que entre los pueblos más primitivos eran de una cosa por 100 acciones, mientras en el hombre moderno es de 100 cosas por una acción” (p.119).

Fromm introduce (pp. 132 y ss.) la distinción entre un modo de tener orientado al ser y un modo de tener orientado a la posesión. Señala que el ser humano no puede existir sin tener pero puede existir muy bien con un tener puramente funcional, que es como el ser humano existió durante los 40 mil años desde que apareció el Homo sapiens. Fromm distingue entre la propiedad funcional y la propiedad institucional. Mientras la primera es una necesidad real y existencial del ser humano, la segunda satisface una necesidad patológica. Concluye este libro:

“Con la orientación al tener, mi lema es: ‘Soy lo que tengo’. Superada esta orientación, el lema se vuelve: ‘Soy lo que estoy siendo’, o ‘Soy lo que hago (en el sentido de una actividad no enajenada)”. (p.153).

En la frase de Gandhi: Que el hombre sea siempre más grande que lo que hace, más precioso que lo que tiene, establece tres rasgos humanos: tener, hacer y ser, y ubica éste último como lo más valioso, al igual que Fromm. Marx, al que cita Fromm extensamente en los libros referidos, y en el que se basa ampliamente, pensaba que el ser humano rico no es el que tiene mucho sino el que necesita mucho. Agnes Heller (Hipótesis para una teoría marxista de los valores, Grijalbo, 1974, pp. 27-28) dice que Marx deriva todos los valores y todos los juicios de valor que acepta de dos axiomas axiológicos: 1) Es valor todo lo que contribuye al enriquecimiento de las fuerzas esenciales de la especie humana (necesidades y capacidades, según György Márkus en Marxismo y antropología, Grijalbo, 1973/1985); y 2) el valor supremo es la apropiación por los individuos de esa riqueza de la especie. Por ejemplo, continúa Heller, el núcleo de todas las críticas que Marx dirige a las sociedades basadas en comunidades naturales es que en ellas no es finalidad la riqueza (la comunidad natural persigue objetivos limitados), razón por la cual el individuo primitivo es mezquino. Algo similar podría decirse de las ideas de Gandhi citadas, con lo cual habríamos identificado la diferencia esencial entre ambos pensadores: necesidades estáticas vs. necesidades inevitablemente crecientes.

julioboltvinik.org

jbolt@colmex.mx

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jueves, 17 de octubre de 2013

Seguimiento de la revista Contralínea sobre la crisis en México

En este blog seguiremos dando seguimiento a nuevos datos y análisis sobre la crisis en México, sus alcances y consecuencias.

En este caso damos seguimiento a la investigación de la revista Contralínea. Al final del artículo encontrarán el link correspondiente.

México: economía desfondada

17. octubre, 2013 Marcos Chávez * CapitalesDSemana

México enfrenta una profunda recesión sin más herramientas que un desfasado y mediocre manual: Criterios de política económica para 2014. Aunque tales medidas han sido anunciadas por el gobierno como “anticíclicas” y hasta sociales, lo cierto es que han sido dictadas por las oligarquías para que, de nuevo, los costos sean pagados por los pobres. Los dueños de los consorcios no tienen que hacer marchas ni plantones; basta que amenacen con sacar del país sus capitales para que la autoridad en turno obedezca

Los recientes desastres naturales representaron el réquiem para la agónica economía mexicana. Cada estertor manifestaba un creciente grado de debilitamiento de su cuerpo ante un gobierno convertido en un impasible testigo. Pese a que con ello, la promesa del priísmo resucitado de un crecimiento sostenido con empleo, estabilidad macroeconómica y bienestar social también se disolvía gradual y prematuramente.
Sólo bastaron 10 meses para que la economía no sólo se desfondara patéticamente y se perdiera el primer año peñista. En su caída, además, arrolló las metas de política económica para 2014 y descuadró el proyecto fiscal. Ambas propuestas se quedaron en calidad de nonatos. Fueron abortadas antes de discutirse y aprobarse en el Congreso de la Unión. Se quedaron sin piso, sin coordenadas, sin brújula. Comprometieron el segundo año y el resto del sexenio peñista, que tendrá que recoger en el sótano los pedazos de la economía y desde ese lugar reiniciar la activación y el crecimiento.
La flamante meta de crecimiento de 3.5 por ciento para 2013, con la cual Enrique Peña Nieto pensaba inaugurar su mandato, rápidamente quedó abollada y se convirtió en una nostalgia, aun cuando esa tasa reproducía lo que Luis Videgaray –cuando se acuerda que es responsable de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público– denomina como la tendencia “inercial” de la economía: la del calderonismo, cuyo ritmo medio anual fue de 2.1 por ciento; la del conjunto del modelo actual, el de la moderna dictadura del “mercado libre”, completamente abierto, trasnacional, “cosmopolita”, antiestatista y del despotismo político priísta-panista (1983-2012), “neoliberal” –le llaman sus críticos–, que fue de 2.3 por ciento. Esa dinámica y ese periodo que, sin exageración, ha sido calificado como la era de la mediocridad, del estancamiento crónico, comparado con la época precedente. Cuando el país era una ínsula premoderna, cerrada, “nacionalista”, “revolucionaria”, estatista y del despotismo priísta, pero que se expandía a toda vela, a una media real anual de 6 por ciento, del cardenismo al lópezportillismo.
El ejercicio del pronóstico económico se convirtió en un pronóstico deportivo. En un juego de acertijos, donde el más pesimista estima con mayor precisión la proporción del desplome productivo.

A cada paso un abismo más profundo

En mayo, la meta original se redujo a 3.1 por ciento. Para explicar la desviación del rumbo luminoso se recurrió a las viejas, desgastadas y desacreditadas fórmulas. Se dijo que se debía a factores externos: la desaceleración estadunidense y de la economía mundial, se agregó que sería un fenómeno temporal, y se reiteró “la solidez de los fundamentos de la economía mexicana”, como se repite en losCriterios de política económica para 2014. En agosto se bajó a 1.8 por ciento y se añadió otro elemento explicativo: el retraso en el ejercicio del gasto público, debido al cambio de gobierno, el cual, no obstante, sería velozmente subsanado. A precios corrientes, el subejercicio acumulado en marzo fue por 53.7 mil millones de pesos, 7.6 por ciento menos que hace 1 año. Para agosto aún es de 3.1 mil millones de pesos, 0.2 por ciento. En valores reales (descontando la inflación) de la segunda quincena de diciembre de 2010, el atraso pasó de 76.9 mil millones a 61.8 mil millones de pesos, de 11.3 a 3.4 por ciento en los meses citados.
El 18 de septiembre, el sonriente Luis Videgaray –que por andar en la grilla palaciega se le olvidó que él es el responsable de la conducción económica y no se había dado cuenta de que la nave se hundía– se vio obligado a reconocer que el “crecimiento ha sido ‘decepcionante’”; que “tenemos un periodo de desaceleración importante”; que “la economía sigue creciendo, pero muy por debajo de lo que necesita crecer y de su potencial”; pero que “la economía mexicana no [está] en recesión”. En los Criterios se acepta que la crisis se debe a factores externos (desaceleración, volatilidad financiera, menores precios del crudo) e internos (rezago en el gasto público, la caída del crédito, de los ingresos, del consumo o la inversión).
Videgaray adoptó el modo cantinflesco de Agustín Carstens y dijo: “Confío en que para el segundo semestre del año y en 2014 se observe una ligera recuperación, pero ya se tomaron medidas de aceleración del crecimiento” (las cursivas son mías). Para el día 28 revaloró su “diagnóstico”: el “efecto de las lluvias e inundaciones sobre la capacidad productiva nacional es [la] disminución [del] crecimiento a 1.7 por ciento. Habrá un impacto negativo [en] el tercer trimestre” y uno “positivo” –como dijo Milton Friedman cuando Katrina devastó Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida en 2005–, en “el cuarto trimestre como resultado de la reconstrucción”. La doctrina del shock (Naomi Klein, 2007) abre generosas oportunidades de negocios para los hombres de presa y para desplazar a los marginados que ocupan lugares que a aquellos les interesa. Las zonas costeras o las minerales, por ejemplo, son apetecibles. Manlio Fabio Beltrones y las trasnacionales deben de estar felices.
Los empresarios auguran una baja a 1.4 por ciento. Hasta nuevo aviso. Juan P Castañón señaló “que la iniciativa de reforma fiscal, como está planteada, afectará directamente a las familias mexicanas y pone en riesgo la estabilidad de nuestras finanzas, pues promueve un déficit fiscal”. La amenaza velada. Si recula el peñismo, ¿cómo se financiará el gasto y el déficit fiscal “contracíclicos”? Si pierde, la oligarquía no sale a las calles como los maestros. Son más eficaces: fugan capitales y desestabilizan.
Lo único que no es claro es cuán profunda será la tumba recesiva de la economía, cuánto tiempo yacerá en ella y a qué ritmo saldrá de la misma. El “impacto positivo” de la inversión privada y pública en el último trimestre de 2013 y en 2014 es incierto. Los efectos multiplicadores “negativos” de la vorágine recesiva, combinados con las contingencias naturales que afectaron en diversos grados a más de 20 estados, arrastran inevitablemente hacia una mayor profundidad al desempeño de la economía real y sus expectativas. Refuerza la incertidumbre y la cautela de los llamados “agentes económicos” que postergan sus decisiones presentes y futuras inmediatas hasta que se despeje el panorama.
La caída en la demanda efectiva (los bienes que pueden comprarse), inhibida por la pérdida de empleos e ingresos de la población, y el alza temporal de los precios esperada, entre ellos en los de la canasta básica, debido a los daños a la infraestructura y la producción, sobre todo la agropecuaria, y la especulación (la meta original de la inflación era de 3 por ciento y ya se elevó a 3.5), así como en la demanda agregada (consumo, inversión y exportaciones), arrasa todo a su paso.
Las finanzas públicas evidencian los efectos nocivos de lo anterior y esa situación se agudizará en lo que resta del año. De por sí el aumento en los ingresos programados había sido marginal, apenas 1.7 por ciento más, en términos reales, respecto de 2012 (136 mil millones de pesos nominales, 1 mil millones de pesos, adicionales), pretendía recortarse el gasto programable (excluye el pago de la deuda pública) en 1.4 por ciento real para alcanzar un balance cero, sin considerar la inversión de Petróleos Mexicanos, o de 2 por ciento del producto interno bruto, PIB (326 mil millones de pesos) si se incluye. Ante el deterioro fiscal, el déficit estimado se reprogramó a 0.4 y 2.5 por ciento (262 mil millones de pesos y 624 mil millones de pesos) en ambos casos. Tal ajuste se debe más al deterioro de los ingresos que a una ampliación importante en el gasto programable.
De los Criterios de 2013 y 2014 se desprende que este año los ingresos nominales serán menores en 48.6 mil millones de pesos con relación a los previstos, 4.7 por ciento menos en términos reales, y similares a los alcanzados en 2012 (apenas 10 mil millones de pesos nominales más, 0.3 por ciento). El gasto, en cambio, se ampliará en 48 mil millones de pesos con relación a lo previsto, para evitar un recorte que agravaría las cosas. Esa cantidad es similar a la pérdida en los ingresos esperada, lo que explica la ampliación del déficit fiscal. Sin embargo, tal ampliación es más compensatoria que expansiva, en términos efectivos. Comparado con el presupuesto original, sería 1.8 por ciento menor, de manera real, y con relación a 2012 sólo lo superaría en 0.2 por ciento. En los hechos será igual.
En otros términos, la dichosa política fiscal anticíclica, no es más que un invento de Enrique Peña Nieto y Videgaray. El gasto ampliado es, en realidad, compensatorio. Busca que todo quede igual a lo programado inicialmente para 2013. No tiene la menor intención keynesiana para contrarrestar la recesión, lo que hubiera implicado ampliar significativamente los egresos públicos éste y el siguiente año, con sus efectos multiplicadores sobre la demanda efectiva, el crecimiento y el empleo, aceptando un déficit más alto al revaluado. De todos modos, existen individuos que braman, como es el caso de Juan P Castañón, y prefiere el ajuste fiscal del lado del gasto, el equilibrio y el desplome económico total, antes que le rasguñen el bolsillo.
La ortodoxia parodia a Keynes, que se moriría, de risa, otra vez si conociera el programa “anticíclico” peñista. En ese sentido, el cero en el crecimiento está a la vista. Y la caída puede perforar el piso del cero hacia los números negativos.

Pero otras cosas sí son claras:

1. El primer damnificado de la economía y los huracanes fue Enrique Peña Nieto. Su credibilidad quedó depositada en la oscura tumba donde yace la economía. Para él la recesión no existe. Ante el devastador sismo de 1985, Miguel de la Madrid mostró su carencia de liderazgo, se paralizó, se perdió en su grisura y la autoridad fue sustituida por la sociedad. Frente a los damnificados por los huracanes, Peña y su pareja optaron por un grotesco espectáculo mediático. ¿Qué ofreció ante la contingencia? Mezquindades. Ejercer vagamente un avaro gasto estatal subejercido y, a los que perdieron hasta la desesperanza, la ridícula postergación de pago de algunos servicio públicos, como si algo les hubiera quedado en su acrecentada pobreza y miseria.
2. El Chicago Boy Ernesto Cordero recriminó a los peñistas, porque, según él, “el Partido Acción Nacional entregó al PRI un país con una muy buena perspectiva de futuro, y en tan sólo 10 meses, la situación se ha deteriorado notablemente. El motor interno de la economía está parado, [debido a] las malas decisiones de política pública emprendidas por este gobierno”.
Pero Cordero y Videgaray son mentirosos o ciegos, porque la economía inició su declive desde el tercer trimestre de 2010. Entre el último trimestre de 2008 y de 2009 estuvo hundida en la recesión de -4.7 por ciento. En primer semestre de 2010 mostró una mejoría, el llamado “efecto rebote” cíclico que sigue a toda contracción productiva, reactivación que sólo duró un suspiro, sin consolidar una fase sostenida, ya que desde ese momento empezó a desinflarse en cámara lenta hasta la recesión de 2013.
¿Qué hicieron los panistas? Nada. Por esa y otras razones fueron arrojados de la Presidencia.
¿Y los peñistas? Primero actuaron como los zedillistas ante el diluvio devaluatorio de 1994: “planearon” para un horizonte despejado. Luego “se tomaron medidas de aceleración del crecimiento, [señaladas en] el paquete económico [para 2014], además de otras medidas de carácter ‘inmediato’”, según Videgaray.
¿Cuáles son? Las contenidas en el programa de aceleración del crecimiento, señaladas en los Criterios entregados al Congreso el 8 de septiembre, donde se dice que se “instrumentará [el futuro], en el marco del paquete económico 2014” (página 6): solicitar de manera extraordinaria la aprobación de un déficit por 0.4 por ciento del PIB para 2013 y otro de 1.5 para 2014, en aras de compensar la caída de los ingresos públicos y evitar el recorte del gasto”. A ese futuro le llaman “impulso contracíclico”; aceleración del gasto público: reasignar 10 mil millones de pesos (mover el dinero de un lado a otro, no ampliarlo) para los programas de inversión de los estados: 2.5 mil millones de pesos de los recursos del Fondo Nacional de Desastres Naturales (Fonden) y de 2.5 mil millones a 5 mil millones de pesos para la creación de fondos de pavimentación y equipamiento hospitalario (¿y los damnificados?); créditos de la banca de desarrollo hasta por 2 mil millones de pesos que “provendrían [futuro condicionado] de las reasignaciones presupuestales para las a los hogares para la compra de bienes durables con ahorro energético (7 por ciento del crédito inducido), el fomento a empresas y productores agrícolas canalizado a proveer garantías a las pequeñas y medianas empresas y para subsidios productivos (75 por ciento del crédito) y a los gobiernos locales (el 18 por ciento)”; estímulos al consumo y al crédito de las personas: la reasignación de 1 mil millones de pesos para apoyar al sector de la vivienda con subsidios y garantías, ampliación de la línea de crédito sindicada de la Sociedad Hipotecaria Federal, de 6 mil millones a 18 mil millones de pesos, y rifas para cancelación del saldo en Instituto del Fondo Nacional para el Consumo de los Trabajadores (Infonacot) y créditos para consumo de bienes durables.
La política anticíclica se reduce al ejercicio de 10 mil millones de pesos. Pero reasignados, no adicionales. Lo demás es nebuloso.
¿Cuál es el costo oficial estimado de la reconstrucción “anticíclica”? Se desconoce.
Lo que sí se sabe es que la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS) estima en 75 mil millones de pesos el costo de los desastres naturales (carreteras dañadas, puertos, edificios, automóviles, casas, negocios). La AMIS pagará el 20 por ciento de las propiedades afectadas porque tenían un seguro de 15 mil millones de pesos. El Fonden dispone de 12.5 mil millones de pesos. Por tanto, el costo restante dependerá del gobierno y, sobre todo, de los afectados, en su mayoría pobres y miserables. Como se observa, lo anterior no incluye los efectos sobre el aparato productivo, entre ellos los productores rurales tradicionales, ni las condiciones de vida de las víctimas, ni los empleos e ingresos perdidos.
3. Pero que las finanzas públicas muestran su precariedad y están comprometidas. Según Hacienda, hasta agosto, los ingresos presupuestarios reales cayeron 0.6 y los del gobierno federal apenas aumentaron 0.8 por ciento (la baja en el primero se debe a la caída de los recursos petroleros recibidos, 4.2 por ciento). La recaudación real por concepto del impuesto al valor agregado se desplomó 7.9 por ciento, lo que refleja la caída de la demanda. Por su parte, el gasto neto presupuestario real del sector público decreció 3.9 por ciento, en 3 mil millones de pesos nominales, ya sea por los menores ingresos, el subejercicio o la aplicación de recortes.
Salvo algunos renglones como el Instituto de Estadística, la Secretaría de Marina, aportaciones a la seguridad social y las entidades federativas, el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología o el desarrollo agrario, los demás han sufrido un decremento real en su gasto.
Entre ellos destacan el de desarrollo social (-7.4 por ciento), agricultura (-4.2), comunicaciones y transportes (-17.8), educación (-9.2), salud (-12.9) o medio ambiente (-17.8 por ciento).
El gasto en superación de la pobreza quedó indemne por una sencilla razón: no tiene nada presupuestado. Ello explica que Rosario Robles –secretaria de Desarrollo Social–, la tránsfuga de la “izquierda” rosa, evada el tema cuando se le pregunta sobre el programa de la Cruzada Nacional contra el Hambre. No tiene nada qué decir porque carece de recursos. Sólo tiene exceso de lengua.
4. La política monetaria nada tiene que ofrecer ante la recesión. Recién Agustín Carstens –gobernador del Banco de México– anunció que podría reducirse la tasa de interés de referencia de 4 a 3.75 por ciento. Desde hace meses es de casi cero descontando la inflación, y en nada ha beneficiado al crédito, ya que las tasas activas (las que cobra el banco) son impuestas por la banca en el nivel que se les pega la gana. Quienes mandan en el sistema financiero son los conglomerados, en su mayoría extranjeros, no el banco central.
Sin la mano fiscal, sin el pie monetario y sin la cabeza gubernamental, el futuro tiene poco de incierto. La recesión estableció su reinado en 2013 y parte de 2014.
Al peñismo se le acortó el sexenio a 4 años. Si no es que menos. ¿O se volvió decrépito antes de crecer?
*Economista

  


Fuente: www.contralinea.com.mx Periodismo de investigación http://contralinea.info/archivo-revista/index.php/2013/10/17/mexico-economia-desfondada/

domingo, 13 de octubre de 2013

El trabajo esclavo persiste... en México

ECONOMÍA BÁRBARA EN MÉXICO

México no solo es bárbaro en cuanto su democracia (leer por favor el excelente ensayo al respecto de José Revueltas) sino también su economía. La esclavitud es lo propio de esta forma de capitalismo cínico para el que los derechos humanos y la dignidad de los trabajadores no existe. Veamos:


Olivarera donde se detectó esclavismo laboral continuará operaciones en BC
Antonio Heras
Corresponsal
Periódico La Jornada
Domingo 13 de octubre de 2013, p. 25
Mexicali, BC, 12 de octubre.

La empresa Olivarera Italo Mexicana SA de CV donde se detectaron casos de esclavismo laboral, podrá continuar sus operaciones en el municipio de Mexicali, después de que pague la multa de un millón 600 mil pesos que le fijó la Secretaría de Trabajo y Previsión Social del estado.

En septiembre, agentes del Instituto Nacional de Migración detectaron en la zona desértica de La Salada –ubicada entre los municipios de Tecate y Mexicali–, a tres jornaleros que huyeron del predio donde estaban contra su voluntad, quienes denunciaron abusos y trato inhumano de la productora de aceite de oliva y aceitunas donde había unos 130 trabajadores.

A partir de la denuncia, los agentes federales rescataron a una treintena de trabajadores migrantes y documentaron las condiciones deplorables en que se encontraban: inexistencia de salario y de seguridad social, contratos irregulares. Se percataron de que los obreros dormían en el suelo y no les proporcionaban alimentos.

Rescatados, 36 jornaleros

En la inspección realizada al rancho Los Olivares –donde en una semana fueron rescatados 36 jornaleros– que se dedicaban a la cosecha de aceitunas se documentaron algunas irregularidades. Varios de los afectados solicitaron su traslado a la zona urbana de Mexicali y decidieron terminar su relación con la empresa y algunos fueron sustituídos por otros que vienen de Sonora.

Entre las faltas que ha cometido la empresa olivarera propiedad de empresarios de Nuevo León y Baja California –vinculados con el PAN, entre ellos René Corella Gilsamaniego, ex oficial mayor del gobierno de Ernesto Ruffo– se descubrió que los jornaleros trabajaban hasta 18 horas sin seguridad social y habían contratado a menores de edad, pese a que lo prohíbe la ley.

El secretario del Trabajo y Previsión Social en Baja California, Renato Sandoval, rechazó la existencia de otras empresas en condiciones similares: Es el único caso que vimos en seis años, e hicimos un seguimiento puntual tanto en San Quintín como en Mexicali, apoyados por el Consejo Agrícola y la Unión Agrícola, independientemente de las denuncias de los trabajadores cuando sus derechos son vulnerados.

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lunes, 7 de octubre de 2013

En México sólo se gradúa 25% de los estudiantes universitarios

El sistema de educación superior traslada el fracaso al alumno y su familia

Estudiosos señalan que el nivel de abandono de la licenciatura abarca 40 por ciento de los alumnos; otros opinan que en la cotidianidad la escuela no tiene el peso que le dan los análisis

Las instituciones no cuentan con registros sobre las razones por las que el alumno se da de baja. A ciencia cierta no sabemos los motivos por los que deja sus estudios ni lo que sucede con ellosFoto Carlos Ramos Mamahua

Emir Olivares Alonso

Periódico La Jornada

Lunes 7 de octubre de 2013, p. 41

Uno de los principales problemas entre los jóvenes universitarios mexicanos es el alto índice de abandono de los estudios superiores. De acuerdo con información de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en México sólo se gradúa 25 por ciento de quienes cursan este nivel.

Estudiosos del fenómeno de deserción señalaron que esto se debe, en parte, a que la universidad no cumple las expectativas de los jóvenes y a que muchos alumnos no estudian en el colegio de su preferencia. Pese a ello, el sistema universitario no asume su responsabilidad y deja la carga de ese fracaso a los alumnos y sus familias, agregaron.

Herlinda Suárez, académica del Centro Regional de Investigaciones Multidisciplinarias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), indicó que los resultados de la Encuesta Nacional de la Juventud (ENJ) 2010 muestran que 76 por ciento de los jóvenes de 12 a 29 años afirma que le gustaría llegar a licenciatura. Sin embargo, sólo 23 por ciento de los de 18 a 29 años contaban con estudios en ese nivel, que no necesariamente concluyeron.

Muchos jóvenes ven la universidad con frustración, la mayoría desea ingresar, pero pocos pueden hacerlo. Estudiar una licenciatura implica suerte, ya que es algo fortuito y esperanzador, aseveró Suárez al participar en el simposio La universidad pública a futuro, efectuado recientemente en el Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.

De los más de 36 millones de jóvenes que habitan en el país (31.23 por ciento de la población total), 18.75 por ciento (3 millones 377 mil 372) es alumno en la educación superior (normal, profesional o posgrado). La ENJ revela que 15 por ciento de quienes asisten a ese nivel acepta que estudia en una escuela que no es de su preferencia, porque no tuvieron otra opción.

Suárez añadió que esa medición muestra que 37 por ciento de los alumnos de licenciatura en México no está matriculado en la universidad de su elección. Además, 13 por ciento de los estudiantes de educación superior afirma que los estudios cursados en ese nivel estuvieron por debajo de sus expectativas y 16 por ciento de quienes desertaron dice que lo hizo porque se aburría.

José Antonio Pérez Islas, coordinador del seminario de Investigación en Juventud de la UNAM, enfatizó que en lo cotidiano la escuela no tiene el peso que se le da en los análisis. La pasan porque la tienen que pasar.

De los jóvenes mexicanos que estudian en nivel profesional, a casi 78 por ciento lo sostiene algún miembro de su familia, 19.9 ha tenido que dejar en algún momento la escuela, 24.3 asiste a una escuela particular, 5.5 cursa el sistema a distancia y 35.9 piensa que la educación superior privada es mejor que la pública, señaló el académico.

También con base en la ENJ, Pérez Islas detalló que 81.5 por ciento de los estudiantes de licenciatura considera que su carrera le servirá para obtener algún empleo, 76.8 para ganar dinero, 73.5 para resolver problemas y 71 por ciento para poner un negocio.

Los datos agregan que 63 por ciento de estos jóvenes alguna ocasión ha trabajado. De ellos, 48.2 por ciento continúa laborando durante sus estudios universitarios, a 83.9 le gusta su actual trabajo y 71.8 por ciento consiguió su primer empleo con un familiar o amigo. Pese a esa última cifra, sólo 9.8 por ciento de quienes cursan educación profesional considera que una de las opciones más importantes para conseguir empleo radica en los contactos personales, 52 por ciento asegura que es por la educación y 23 por experiencia laboral.

Para Adrián Garay, académico de la unidad Azcapotzalco de la Universidad Autónoma Metropolitana, el nivel de abandono de jóvenes en licenciatura alcanza proporciones considerables, pues las casas de estudio no logran detener a 40 por ciento de sus estudiantes.

Agregó que casi cinco de cada 10 jóvenes universitarios deserta en el camino.


http://www.jornada.unam.mx/2013/10/07/sociedad/041n1soc


sábado, 5 de octubre de 2013

Desempleo entre profesionistas

CADA VEZ SON MÁS LOS GRADUADOS SIN EMPLEO 

Información de la Revista Sin Embargo http://www.sinembargo.mx/05-10-2013/771784

Por: Redacción / Sinembargo - octubre 5 de 2013 - 0:00 Revista SD, TIEMPO REAL, 

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Pese a que en el sexenio pasado se crearon sólo 40 por ciento del total de empleos necesarios para eliminar el desequilibrio de egresados de licenciatura y su entrada al sector productivo de la sociedad, lo preocupante es que hoy no existen indicios de que la magnitud del problema haya disminuido. En México, el subempleo estructural es generado por la disparidad entre el ritmo al que crece la economía para incorporar productivamente a los egresados del sistema escolar, y la velocidad a la que se expende el número de egresados de educación superior provoca una situación que afecta a los egresados de cualquier nivel educativo, pero principalmente a los de instituciones de educación superior. El doctor Carlos Muñoz Izquierdo, del Instituto de Investigaciones para el Desarrollo de la Educación (Inide) de la Universidad Iberoamericana, y también ganador del Premio Nacional de Ciencias y Artes 2012, indicó que durante la segunda mitad del siglo pasado la proporción de egresados de educación superior que pudo obtener empleos acordes a su escolaridad disminuyó paulatinamente hasta descender a 0.27 al terminar la década de los 90. 

Por ello, en el año 2000, casi cuatro egresados (3.73) tenían que competir por el mismo puesto profesional generado en el sistema productivo. Como ocurre en cualquier mercado en  el que la demanda es inferior a la oferta, los precios (en este caso, los salarios relativos de los egresados) tendieron a la baja, dijo. De esta forma, los egresados que no consiguen el puesto por el que compiten con tres personas más, no quedan desempleados necesariamente, pero sí se ven obligados a aceptar ocupaciones menos productivas que aquellas a las que se orientaron sus carreras, apuntó el experto de la Ibero, casa de estudios que celebra 70 años de existencia. Así, más que una “sobreoferta de profesionales”, se registra un “déficit de demanda”, una incapacidad estructural de la economía para absorber en condiciones aceptables a los egresados del sistema escolar, empezando por quienes han cursado la educación de nivel superior. Para combatir este problema, el especialista sugiere que en lugar de desacelerar el crecimiento de la demanda por educación superior tradicional, se requiere que sus egresados estén preparados para realizar funciones de carácter general (como el diseño, planeación, administración y evaluación de productos, procesos y organizaciones). 

 Al concluir sus estudios de licenciatura, 75 por ciento de los alumnos de la Ibero ya trabajan en su campo, mientras que el resto encuentra empleo en los siguientes cinco meses.

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A través del blog hemos seguido noticias sobre el desempeño de la economía desde que inició el año. Mes a mes han aparecido indicadores que señalan el bajón del crecimiento económico que no es más que la demostración de que el país se encuentra en crisis. La palabra, eliminada del vocabulario de los funcionarios peñistas, vuelve a presentarse como realidad ineludible. Ahora el INEGI confirma la situación crítica del país. 

Sin embargo, la crisis económica no es el único factor de desestabilización en el país, también lo es su combinación con crisis política, de derechos humanos y ambiental. Vale la pena regresar al tema de la crisis y el modo en cómo se expresa en México en siguientes comentarios. Mientras tanto va la nota de INEGI tomada del portal del periódico La Jornada

La economía mexicana, en ciclo recesivo, confirma Inegi

Se encuentra en ese estado cuando el "indicador coincidente" decrece y se ubica debajo de su tendencia de largo plazo, como fue el caso en julio, reportó el instituto.
Roberto González Amador
Publicado: 04/10/2013 10:10
México, DF. La economía mexicana se encuentra en un ciclo recesivo, confirmó este viernes el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), al dar a conocer indicadores que permiten dar seguimiento oportuno al comportamiento de la actividad productiva en conjunto.
El "indicador coincidente" se ubicó en julio en 99.9 puntos, por debajo de su tendencia de largo plazo -que es de 100 puntos- y mostró una disminución de 0.01 puntos respecto al mes previo, informó el Inegi.
La economía se encuentra en un ciclo recesivo cuando el "indicador coincidente" está decreciendo y se ubica por debajo de su tendencia de largo plazo, como fue el caso en ambas situaciones para el mes de julio, reportó el Inegi.
El "indicador coincidente" acumuló, con el resultado de julio, 12 meses consecutivos con variaciones negativas, medidas en comparación con el nivel del mes inmediato anterior, apuntó el Inegi. El retroceso mensual de 0.01 puntos ocurrido en julio anterior fue el menor desde agosto de 2012, cuando cedió 0.02 puntos. El periodo de mayor retroceso ocurrió en los meses de diciembre de 2012 y enero de este año, cuando disminuyó en 0.08 puntos, en cada caso.
"Para determinar si la actividad económica entra o se encuentra en recesión es necesario considerar no solamente si el indicador coincidente se ubica en la etapa recesiva, sino además si ha registrado por lo menos nueve meses desde que inició la desaceleración y se tengan 21 meses mínimo entre el pico actual y el pico anterior. Si esta condición no se presenta, no se podrá afirmar que se ha detectado un punto de giro en el ciclo económico", apuntó el organismo.
Los indicadores cíclicos permiten determinar la fase del ciclo económico de la economía. Por un lado, el llamado "indicador coincidente" refleja el estado general de la economía, mientras que el "indicador adelantado" busca señalar anticipadamente la trauectoria que seguirá el indicador coincidente, de acuerdo con el Inegi.
Los ciclos económicos, explicó el organismo, son fluctuaciones observadas en la actividad económica en su conjunto. Un ciclo consiste en expansiones que ocurren aproximandamente al mismo tiempo en varias actividades económicas, seguidas por desaceleraciones igualmente generales, recesiones y recuperaciones, que dan paso a la expansión del próximo ciclo, añadió.
El "indicador adelantado" presentó en agosto un nivel de 100 puntos, es decir, en su tendencia de largo plazo y no registró variación respecto a julio previo.

Sistema de Indicadores Cíclicos: Coincidente a julio de 2013
(Puntos)
Nota: La tendencia de largo plazo del Indicador Coincidente está representada por la línea ubicada en 100.
Los números sobre la gráfica (por ejemplo 1981.11) representan el año y el mes en que ocurrió el punto de giro en la actividad económica: pico o valle.
El área sombreada indica el periodo entre un pico y un valle en el indicador coincidente.
Fuente: Inegi.