lunes, 15 de junio de 2020

UNAM/FE LECCIÓN 3. LAS RELACIONES SOCIALES CAPITALISTAS: LA TASA MEDIA DE GANANCIA, LA COMPETENCIA DE MERCADO A NIVEL DE CONFORMACIÓN DE PRECIOS DE PRODUCCIÓN.


LECTURA 1: Capítulo IX. Formación de la tasa media de ganancia ó tasa general de ganancia. Transformación de valores mercantiles a precios de producción.
Actividad 1: revisar la respuesta de la pregunta 15 de la guía.
LECTURA 2: Capítulo X. Nivelación de la Tasa General de Ganancia por la competencia. Precios de mercado y valores de mercado. Plusganancia
Actividad 2: Leer el capitulo X y localiza los siguientes conceptos: precio de mercado, valor de mercado y plusganancia; revisa lo que dice el capítulo sobre cómo funciona el mercado y redefine la oferta y la demanda.




El capitulo 9 y 10 son claves en la comprensión de cómo funcionan las relaciones sociales capitalistas, como a través de ella se generan las condiciones que permiten que se reproduzca el capital y la sociedad pero también, paradójicamente, se reproducen las condiciones que harán que la sociedad no pueda reproducirse parcial o completamente; en otras palabras, se crean las condiciones para el estallamiento de la CRISIS.
                Hemos visualizado la CRISIS como una situación en la que las actividades económicas se detienen, PARAN, por lo cual hay desempleo generalizado, fuga de capitales, devaluación, quiebre de empresas, personas con deudas se declaran insolventes masivamente, cientos de miles de personas no pueden generar un ingreso para llevar a sus familias, con lo cual carecen de lo indispensable para poder comer, vestir, calzar, pagar servicios o de la habitación que rentan. Una situación que estamos observando en la actualidad.
                Han ocurrido, al menos, cuatro grandes crisis en la historia del capitalismo: la primera a finales del siglo XIX, la segunda en 1929, la tercera en los años setentas, la cuarta en el año 2008 y esta, que inicia en el año 2020 parece ser la quinta gran crisis (antes de finalizar el curso veremos una lectura al respecto que analizarán las primeras cuatro). Lo grave que la humanidad tenga que padecer a nivel mundial estas crisis no hay solución posible para los causantes de ellas, a pesar de que, eventualmente habrá una recuperación económica. Lo más complejo es que con cada crisis se acumulan efectos negativos que pesan sobre la siguiente que se va a producir. A la larga lo que se genera es la propia inviabilidad del capitalismo para darle a la humanidad condiciones para que pueda sobrevivir.




                Veamos la joya de la corona que representa el tomo III de El Capital en el capítulo IX, aunque su importancia merece una introducción que sintetiza algunas conclusiones de capítulos pasados, en particular del capitulo V al VIII.
                Recordemos que, a diferencia de los tomos anteriores, el tomo III nos permite tener una mirada de 360 grados, de conjunto, con varios niveles de análisis interactuando entre sí: a nivel de producción, circulación, reproducción ampliada e integrando la participación de la competencia de mercado, oferta, demanda, comercio y banca, al mismo tiempo que la exposición pretende elevar la comprensión y la consciencia a nivel de la desmistificación de la realidad en la aproximación teórica a la realidad más acabada que existe en términos de la ciencia crítica.
                En el capitulo V “Economía en el empleo del capital constante” se explica lo siguiente: cuando el capital invierte masivamente en maquinaria, equipo y personal, puede percatarse de que no es necesario invertir en mayor capital constante para aumentar la jornada de trabajo. En otras palabras, a la productividad creciente derivada de incorporar maquinaria se le puede sumar una mayor consecuencia de exigir MÁS tiempo de trabajo a la clase obrera, es decir, extender de manera indefinida la jornada de trabajo. Esto representa un estímulo para alimentar una NECECIDAD CRECIENTE DE capital constante y fijo para disminuir el tiempo en el que regresa su capital invertido en forma de ganancia. A partir de aquí se genera una “avidez furiosa” del capital para aumentar sus ganancias. Los capitalistas pueden ver cómo, a través de la extensión de la jornada de trabajo, el rendimiento de productividad de plusvalor por cada unidad de inversión en maquinaria, equipo y local se multiplica. Ello da pie al desarrollo del plusvalor absoluto, periodo que explica Marx en el Tomo I de El Capital. Este periodo de la historia del capitalismo Marx la denomina Subsunción Formal de Trabajo por el Capital.





                Como vimos en la sección tercera del primer tomo, las jornadas se extienden a más de 24 horas continuas sin descanso, lo cual produce, además de la muerte por enfermedad o accidentes de los trabajadores, la organización de sindicatos y la lucha histórica por la disminución de la jornada de trabajo en el siglo XIX, lo cual se hace realidad con la prohibición de estas jornadas sanguinarias sin pago de horas extras y éstas con un límite.
                Ya con una jornada de trabajo que no puede alargarse más allá de las ocho horas se mantiene la “avidez” por hacer rendir cada vez más trabajo excedente e impago a la fuerza de trabajo asalariada. Si el capital no puede extender más allá de un límite, entonces el capital pasa a “extender” la jornada mediante su aumento relativo, es decir, mediante la intensificación del proceso de trabajo utilizando de manera más intensiva el desarrollo de la tecnología para hacer más eficientes los procesos, más rápida la producción y, sobre todo, más barata la producción de la propia tecnología para ser utilizada en una escala cada vez mayor. La única manera de poder extraer todo el beneficio técnico que la maquinaria genera en la reproducción del capital es utilizar también, a gran escala:  la cooperación de un mayor número de obreros, locales, materias primas, energía, etcétera. Ello significará que, en un primer momento se requiera la contratación masiva de trabajadores, pero el resultado, en términos de la producción en general no es el pleno empleo, sino un constante flujo de desempleo al mismo tiempo que la producción y la contratación crece. Estamos ante otra contradicción estructural del capitalismo. Ello claro, tiene su límite cuando estalla la crisis.




                Ya en lo que tiene que ver con el capitulo IX y X de El Capital, y la respuesta a la pregunta 15 de la guía, tenemos lo siguiente:
                Cuando nos referimos a una mirada de conjunto, nos referimos a que debemos considerar que, aunque la producción inicia bajo la forma de la propiedad privada capitalista (es decir, un conjunto de propietarios privados, dispersos, separados unos de otros que producen de manera arbitraria y sin comunicación alguna con los otros propietarios privados), entran en relaciones sociales al momento en que su producción dispersa se reúne en el mercado y pasa a formar una determinada cantidad de PRODUCTO SOCIAL, es decir, la suma de la producción del conjunto de los propietarios privados.  En este primer momento de encuentro social propiciado por el mercado.
                El principio del Capitulo es el siguiente: debemos considerar “los diferentes capitales como un solo capital”. Estamos ante la creación del “capital social” o “capital de magnitud social media” como el punto de referencia frente al que se tendrán que regir los capitales de acuerdo a las diferencias respecto a su composición orgánica de capital. En este caso, habrá un capital constante, capital variable y plusvalor de composición media que a su vez determinan una tasa media de ganancia.



                Sin embargo las características técnicas de composición de cada uno de esos capitales (composición orgánica de capital) es heterogénea o diversa aunque formen un solo capital. El mercado actúa como un mecanismo espontáneo, a espaldas de los productores, mediante el cual se distribuye unificadamente el plusvalor producido entre todos de acuerdo al grado de composición orgánica de capital y de acuerdo al valor arrojado a la circulación. En términos sociales, el “acuerdo” silencioso que se establece a partir del mercado es que, si bien la distribución del plusvalor se hace de acuerdo a una tasa GENERAL [es decir, una proporción resultante de las variaciones que impone la competencia que se impone a todos los capitales oferentes (abastecedores)], esta será de acuerdo al grado de productividad determinado por su composición orgánica de capital.



                Es así como los precios de producción son el resultado del movimiento de los capitales en función de sus capacidades tecnológicas. Los capitales de vanguardia, al integrar mayores magnitudes de valor adelantadas en capital constante tienen la capacidad de ser más productivos y también de tener el privilegio de retirar mayor valor de mercancías que el que producen. Esto es así porque a mayor productividad menor valor  por unidad de mercancía, aunque en términos absolutos la masa de valor producida garantice la valorización del capital. En este punto debemos seguir considerando es que, a pesar de que la tecnología elimina puestos de trabajo y por lo tanto ELIMINA LA FUENTE CREADORA DE VALOR, los capitales de retaguardia (los más rezagados en adelantar en capital constante y por lo tanto adelantan más en capital variable) le tributan al capital de vanguardia transfiriéndole parte del valor producido bajo la forma de plusvalor extraordinario. La relación entre los capitales es de competencia pero también de “cooperación”.



              
  Ante este panorama TODOS los capitales se van a ver presionados para abandonar su papel como tributarios e invertir cada vez más en capital constante y menos en capital variable, con lo cual se incentiva el desarrollo de la ciencia y la tecnología pero al mismo tiempo se producen niveles crecientes de desempleo que no son absorbidos por una cada vez menor capacidad de la expansión capitalista para absorber al EJÉRCITO INDUSTRIAL DE RESERVA (Recuerden la Ley General de Acumulación Capitalista que debió haberse estudiado en Economía Política II) y por lo tanto, una mayor cantidad de personas que NO están en condiciones de comprar masivamente las mercancías que los capitales lanzan a la circulación, es decir, que viven en la pobreza.



                En conclusión: La tasa media de ganancia establece el reparto de plusvalor entre los capitales e impone una recomposición de los valores de las mercancías producidas por capital individual que establece los límites a partir del cual esos valores aparecen en el mercado como PRECIOS DE PRODUCCIÓN, una vez que los valores de las mercancías se ajustan según la tasa media.
                Así se establece un parámetro a partir del cual los capitales disminuyen ó aumentan los valores de las mercancías como precios de producción, según el precio medio de acuerdo a la composición media de los capitales que compiten, pero ello únicamente como tendencia y no como un punto exacto. Es el punto alrededor del cual oscilan los precios de las mercancías.
                Marx lo define de la siguiente manera en la página 203 del Tomo III de El Capital:
“La ley general se impone como tendencia dominante: sólo de una manera intrincada y aproximada, como promedio de perpetuas oscilaciones que jamás puede inmovilizarse”.

Lo relativo a Valor y Precio de Mercado se expondrá en la sesión de videoconferencia.

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